Abrázame fuerte una vez más, di que me quieres en tu último adiós. Por favor, perdóname por mis pecados. Sí, yo nadaba aguas turbulentas, pero tú me empujaste a ellas. 
He visto tu cara bajo cada cielo, por encima de cada frontera y en cada línea. Tú conoces mi corazón más que yo. Éramos los más grandes, tu y yo.
Pero teníamos el tiempo en contra, y kilómetros entre nosotros, el cielo lloraba sé que te quedaste sin palabras, pero ahora el cielo se ha despejado y es azul, y veo mi futuro en ti.